sábado, diciembre 30, 2006


san aloysius Posted by Picasa
Gersen devolvió los papeles a la carpeta.
-Excelente trabajo. Lens Larque empieza a tomar cuerpo. Es un hombre grande, entrado en carnes, de nariz larga y barbilla prominente, quizá alteradas ahora por medio de la cirugía. El tono de su piel fue en un tiempo rojo broncíneo, aunque se la puede teñir como cualquier otro. Por último, su lugar de origen podría ser el mundo Dar Sai, basándonos en su nombre y en la mención de los duodecimates, que se extraen en Dar Sai.
Rackrose se irguió en su silla.
-¿Conoce Wigaltown?
-En absoluto.
-Es un barrio lúgubre y deprimente con doce o más colonias de otros mundos. Completamente impresentable, por supuesto; de hecho, si siente inclinación por los olores y la música peculiares, Wigaltown es el sitio que busca. Existe una pequeña colonia darsh que regenta una taberna en la calle Pilkamp. Se llama La Sombra de Tintle. He reaparado a menudo en un letrero que reza: "Excelente comida darsh".
-Una noticia interesante. Si Lens Larque es darsh, y si pasa por la zona, es muy probable que visite La Sombra de Tintle.
-Hasta Dett Mullian me parece siniestro -comentó Maxel Rackrose, mirando por encima del hombro-. ¿Por qué piensa que Lens Larque está cerca?
-No lo tengo muy claro. En realidad, podría llegar en cualquier momento.
-Las probabilidades matemáticas garantizan al menos esto.
-En efecto. Deberíamos dirigirnos a La Sombra de Tintle para prever esta contingencia.
-El lugar huele mal -se estremeció Rackrose-. Dudo que lo pueda soportar.
Gersen se puso en pie.
-Creo que esta noche cenaremos "excelente comida darsh". Tal vez nos convirtamos en devotos de esa cocina.
Rackrose se levantó de la silla a regañadientes.
-Conviene cambiar de vestimenta -gruñó-. En la Sombra de Tintle nos haríamos notar con atavíos propios del Domus. Me disfrazaré de albañil y nos encontraremos allí dentro de una hora.
Gersen examinó sus prendas: un elegante traje azul holgado, una camisa blanca con el cuello abierto y un cinturón escarlata.
-Me siento como si ya fuera disfrazado. Me cambiaré de ropa para ir más cómodo.
-Dentro de una hora en la calle Pilkamp, en el corazón de Wigaltown. Nos encontraremos en el exterior. Si coge el ómnibus, baje frente al callejón Noonan.

Jack Vance "El rostro"

jueves, diciembre 28, 2006

?El hombre empezó a hablar cuando terminó de comer, con frases que parecían
seleccionadas al azar y desprovistas del menor significado. ¿Se trataba de
un ardid inédito para regatear? ¿Confiaba en confundir mi inteligencia con
una retahíla de despropósitos? No sabía con quién jugaba; como siempre,
intenté que no me embaucaran, engañaran o estafaran. Atendí a cada una de
sus palabras, guardándome bien de no asentir ni disentir, no sea que estas
señales fueran consideradas como la base del trato. Mi paciencia pareció
surtir un efecto opuesto en aquel hombre tan extraño. Su voz adquirió
estridencia y dureza, y sus gestos cortaban el aire como mayales.
Al fin
conseguí introducir una serena sugerencia en medio de la arenga.
-A fin de
facilitar nuestro negocio, ¿puedo preguntarle su nombre?
La pregunta le dejó
sin habla.
-¿Pone en duda mi lealtad? -preguntó con voz
ominosa.
-¡De ninguna manera! -me apresuré a responder, puesto que el
hombre era evidentemente peligroso. He tratado con muchos tipos semejantes
en el curso de mis negocios, pero ninguno tan agresivo como éste. Adopté
un tono afable-. Soy un hombre de negocios; sólo deseo verificar la
identidad de la persona con la que estoy tratando. Es una cuestión de
práctica comercial ordinaria.
-Sí, sí ?murmuró-, ya lo entiendo.
Aproveché
mi ventaja.
-Los caballeros que tratan de ultimar un trato usan maneras
convencionales; el hecho de dirigirnos por nuestro nombre es pura
cortesía.
El individuo asintió con aire pensativo y eructó estruendosamente,
arrojando una vaharada de las especias que había consumido. Como no le
concedió la menor importancia al fenómeno, fingí que no me había dado
cuenta.
-Sí, sí, lo entiendo ?repitió; y luego-: Bien, no tiene
demasiada importancia. Puede llamarme Lens Larque. ?Se inclinó hacia
delante, y me miró por entre los pliegues de su capa-. Es un nombre que me
cuadra muy bien, ¿no cree?
-No pretendo haberme hecho una opinión en un
espacio de tiempo tan corto. Ahora, volvamos a nuestro negocio. ¿Qué
ofrece?
-Cuatro toneladas de duodecimate negro, ese, ge veintidós, de
primera calidad.*
No tuvimos ninguna dificultad en llegar a un acuerdo.
Dijo un precio. Yo podía tomarlo o dejarlo. Resolví demostrarle que
algunas personas aún son capaces de actuar con dignidad y firmeza, sin necesidad
de lisonjas, regateos o fingidas ofensas. Acepté de inmediato su
propuesta, condicionada a verificar la calidad del material. Esta cláusula
hirió su vanidad, pero me las arreglé para apaciguar su disgusto. Al
final, se avino a razones y se mostró alarmantemente jovial. El camarero
trajo dos enormes jarras de una detestable cerveza con sabor a ratón. Lens
Larque liquidó la suya de tres tragos y, por exigencias de la situación, me vi
forzado a imitarle, agradeciendo todo el rato, de forma ferviente y silenciosa,
el estómago de hierro y la incomparable capacidad adquirida durante los
numerosos años de agente comercial.?


*Duodecimates: aquellos elementos transuránicos estables que rondan o superan el número atómico 120. El duodecimate negro es una arena impura compuesta de varios sulfuros, óxidos y componentes similares duodecimates, con una gravedad específica estipulada, como ?SG-22?.

Jack Vance ?El rostro?

miércoles, diciembre 27, 2006

1.-Lencilorqua: un pueblo de 657 habitantes en el continente de Vasselona, Reis, sexto planeta de Gamma Eridani.
2.-Lanslarke: criatura alada rapaz de Dar Sai, tercer planeta de Cora, Argo Navis 961.
3.-Arco de Laenzle: lugar geométrico de un punto generado por el séptimo teorema de la dinámica triskoide, definido por el matemático Palo Laenzle (907-1070).
4.-Linslurk: especie de musgo originario de los pantanos de Sharmant, Hyaspis, quinto planeta de la Estrella de Fritz, Ceti 1620.
5.-Linsil Orq: lago de las Llanuras Dichosas, Verlaren, segundo planeta de Komred, Epsilon Sagittae.
6.-Lensle Erg: desierto...

La lista seguía hasta incluir veintidós términos cada vez más alejados del original.
Gersen continuó estudiando el análisis de Rackrose:

Decidí que, dando por buena la hipótesis, el segundo nombre de la lista contenía
la posibilidad más verosímil.
La SCTU me proporcionó datos concretos sobre el
lanslarke. Es una criatura provista de cuatro alas, con cabeza en forma de
flecha y cola afilada, que mide tres metros de largo sin contar la cola.
Sobrevuela los desiertos de Darsh al amanecer y en el ocaso, atacando a los
rumiantes y, ocasionalmente, a los hombres que viajan solos. Es una criatura
astuta, rápida y feroz; en nuestros días se ve poco, si bien, como fetiche en el
clan Bugold, posee el privilegio de volar libremente sobre sus
dominios.
Hasta aquí los datos sobre el lanslarke; conviene examinar ahora el
documento número 8. Se trata del único artículo que recoge una entrevista con
Lens Larque en una fase relativamente temprana de su carrera. El narrador no se
identifica, pero podría ser un funcionario de una empresa industrial. El lugar
de la entrevista también es desconocido; la discreción es la nota predominante.

Gersen cogió el documento número 8.


Extracto de "Recuerdos de un agente de ventas ambulante", de Sudo Nonimus, tal
como fue publicado en Thrust, diario profesional de la industria metalúrgica (el
nombre del autor, como queda patente, es un seudónimo):
"Nos encontramos
(Lens Larque y yo) en un restaurante situado al borde de la carretera, a unos
cien metros del pueblo. La estructura parecía un ejercicio de monumental
tosquedad, como si algún ente monstruoso hubiera amontonado sin el menor cuidado
grandes bloques de cemento unos sobre otros, casi al azar, a fin de crear un
conjunto de recintos irregulares y caprichosos. Estos bloques, de un blanco
deslumbrante, reflejaban la luz del sol y cegaban los ojos del que se
aproximaba. El interior, sin embargo, era fresco y oscuro, y una vez que me
sobrepuse al temor de que los bloques se me vinieran encima, juzgue el efecto
original y memorable."
"Tras de interrogar a un lánguido camarero, fui
conducido a una mesa apartada. Lens Larque estaba sentado frente a una gran
bandeja de carne y verduras. La comida desprendía un fuerte aroma de especias
picantes, ofensivo e hiriente para el olfato. En cualquier caso, un agente
mercantil carece de manías, de modo que me senté ante él y observé como
comía."
"Me ignoró durante un rato, como si yo fuera uno de los bichos que
vagaban perezosamente por la estancia, lo que me dio ocasión de contemplarle a
mis anchas. Vi a un hombre grande, fuerte, casi corpulento, cubierto con una
voluminosa capa blanca cuya capucha le ocultaba el rostro. El color de su piel
era de un castaño broncíneo, como las ancas de un caballo. Pude distinguir algún
rasgo de sus facciones, grandes pero extrañamente comprimidas, incluso
aplastadas. Sus ojos, cuando al fin se dignó mirarme, centelleaban con una
amarilla intensidad, que me hubiera turbado de no haberme topado con miradas
semejantes en el curso de mi trabajo, miradas que solían transparentar cierta
esperanza avarienta. ¡Pero no en este caso!"

Jack Vance "El rostro"

domingo, diciembre 24, 2006

Gersen dejó escapar un tenue gruñido.
-Se le pone a uno la carne de gallina, ¿no? -dijo Rackrose.
-Sí, desde luego. ¿Sigue dispuesto a cooperar en el proyecto?
Rackrose dio un respingo.
-No mencione mi nombre, por favor.
-Como quiera.
Gersen examinó el siguiente artículo, una hoja mecanografiada que, en apariencia, era obra del propio Rackrose:

Es probable que el nombre "Lens Larque" sea un seudónimo. Los criminales tienden
a utilizar nombres e identidades falsas. Un nombre auténtico puede conducir al
hogar natal, en el que se hallarán fotografías y se descubrirán relaciones
íntimas; el secreto y la seguridad se resquebrajan. Por otra parte, cuando el
criminal sale triunfante de sus negocios ilegales, por lo general siente el
impulso de volver a su lugar de origen, y exhibir su condición de magnate entre
aquellos que le despreciaron en el pasado. Ahora tiene la oportunidad de
convertirse en protector de la bella muchacha que le rechazó por un marido
convencional, sobre todo si ha perdido su atractivo y vive en deplorables
condiciones. Todo esto es posible únicamente si nadie puede identificarle como
un criminal; de aquí que se sienta impulsado a utilizar un alias y no su nombre
auténtico.
Estos conceptos, una vez expuestos, parecen obvios, si bien nos
llevan a la pregunta: ¿de dónde se deriva un nombre falso? Existen dos
variedades: en primer lugar, aquellos seleccionados al azar, lo más vago
posibles, y en segundo, los que albergan un significado simbólico. Estos últimos
son los que suelen elegir los criminales enérgicos y exhibicionistas, de los que
Lens Larque es un excelente ejemplo. A partir de estas premisas, deduzco que el
nombre "Lens Larque" es un alias cargado de simbolismo.
Visité la delegación
local del Servicio Consultivo Técnico Universal (SCTU), y ordené una
investigación de todas las lenguas y dialectos del Oikumene y de Más Allá,
pasados y presentes, en busca del homónimo del nombre "Lens Larque"

Gersen examinó una hoja de márgenes color naranja encabezada por las siglas SCTU:

LENS LARQUE: homónimos, con sus definiciones correspondientes.

Jack Vance "El rostro"

jueves, diciembre 21, 2006

Ya conocía parte del material, como un extracto de "El ataque a Monte Agradable", de Dauday Wams, publicado en Cosmópolis:

Cuando los Príncipes Demonio intentaban afirmar sus compactas y sólidas
personalidades, solían chocar entre sí. Howard Alan Treesong mediaba en las
disputas como si no les concediera importancia. Attel Malagate se mostraba
insufriblemente terco. Viole Falushe adoptaba posturas basadas en su capricho
maligno. Kokor Hekkus, aunque impredecible y sorprendente, no agradaba a
ninguno. La arrogancia de Lens Larque provocaba mucho antagonismo. Sólo Howard
Alan Treesong mantenía la ecuanimidad. ¡Es prodigioso que la empresa resultara
un éxito! Todo un tributo a la profesionalidad del grupo.

El siguiente documento, que llevaba como título Lens Larque el Flagelador, era obra de Erasmus Heupter. Debajo del título y del nombre del autor se enmarcaba el dibujo de un hombre gigantesco, semidesnudo, exhibiendo una excelente musculatura. La cabeza era pequeña y afeitada, estrecha en el cráneo y más ancha en la mandíbula. Sobre su larga y recta nariz se juntaban unas cejas espesas; todo el rostro expresaba una necia y lasciva euforia. El hombre sólo vestía sandalias y pantalones cortos, que se ajustaban a sus enormes y desagradablemente carnosas nalgas, y en la mano derecha sostenía un látigo de tres correas bastante largas.
-Si éste es nuestro hombre -rio Rackrose-, creo que le reconoceríamos incluso aquí, en el Domus.
Gersen se encogió de hombros y leyó el texto:

Se dice que Lens Larque es un enamorado del látigo; lo considera un amigo fiel y
un instrumento adecuado para el castigo de sus enemigos. Lo utiliza a menudo con
este fin, juzgándolo preferible a otros métodos. En Sadabra, posee una gran
mansión con una sala semicircular en la que se sienta a tomar su comida
favorita: enormes cantidades de hork y pummigum*, regadas on innumerables jarras
de mosto. Le agrada tener a mano un látigo de empuñadura corta con una tralla de
cuatro metros de largo. La empuñadura es de marfil y lleva grabado el nombre del
látigo: Panak. El autor de estas líneas ignora el significado de la palabra. La
tralla termina en una pieza bifurcada de diez centímetros de largo: el
"escorpión". Los enemigos de Lens Larque se hallan encadenados en la pared,
desnudos como gusanos. Pegados al trasero, tienen unas dianas en forma de
corazón de unos siete centímetros de diámetro. Para animar su comida, Lens
Larque intenta desprender las dianas con la punta de su látigo, y se dice que es
muy diestro.

Más abajo aparecía una nota en un tipo de letra diferente:

El artículo reproducido apareció originalmente en la Galactic Review, y quizá no sea más que el ejercicio de una imaginación desbocada, en especial si nos atenemos a la ilustración. El reportaje describe a Lens Larque como a un hombre de gran envergadura, pero el gigante grotesco representado es apenas creíble.
Es instructivo señalar que el autor, Erasmus Heupter, desapareció poco después de la publicación del artículo, y nunca se le volvió a ver. Uno de sus compañeros recibió una corta misiva:
Querido Cloebe:
Me estoy dedicando en cuerpo y alma a desentrañar el significado del nombre "Panak". Ya he descubierto varias pistas, y el trabajo no deja de proporcionarme pequeñas sorpresas.
Hace buen tiempo, pero de buena gana volvería a casa.
Con toda sinceridad, Erasmus.


Jack Vance "El rostro"

* Pummigum: un budín de harina amarilla, carne, tamarindos, ogave, scivit y frutas similares, que se sirve de mil formas diferentes en los restaurantes para hombres del espacio de todo el universo humano.

miércoles, diciembre 20, 2006


Domus San Revelras Posted by Picasa
Gersen se sentó en el vestíbulo del Domus San Revelras, la antigua nave en la que los cenobitas habían transpirado bajo la mirada del Ojo Gnóstico. Los propietarios del actual Domus sabían poco de Gnosis, y mucho menos del Ojo, pero poca gente contemplaba la gran cámara sin asombrarse.
El trémulo sonido de un gong milenario señaló la última hora de la tarde. Un joven alto y delgado, de nariz aquilina, ojos grises muy claros y aire de despreocupada inteligencia entró en la cámara. Se trataba de Maxel Rackrose, corresponsal local de Cosmópolis, designado ahora para ayudar a 'Henry Lucas', la identidad que Gersen utilizaba en su papel de escritor especializado para Cosmópolis.
Maxel Rackrose se dejó caer en una silla junto a Gersen.
-El asunto que le interesa es tan elusivo como siniestro.
-Lo que le proporciona una fascinación suplementaria.
-Sin duda. -Rackrose sacó un fajo de papeles-. Después de una semana de pesquisas, apenas sé algo más que antes. El tipo es un genio en lo que concierne a guardar el anonimato.
-Por lo que sabemos -dijo Gersen-, está sentado aquí, en el vestíbulo del Domus. No es tan improbable como usted supone.
Rackrose agitó la cabeza con aire de confianza.
-He pasado una semana con Lens Larque; le olería a dos kilómetros de distancia.
No convenía pasar por alto esas convicciones, pensó Gersen.
-Aquel hombre corpulento, con gafas..., ¿podría ser Lens Larque?
-Definitivamente, no.
-¿Está seguro?
-Desde luego. Huele a pachulí y a ispanola, lo que sería impropio de Lens Larque. En segundo lugar, corresponde a la descripción de Lens Larque sólo en que es grande, calvo y va mal vestido. En tercer lugar -Rackrose emitió una risita desenvuelta-..., da la casualidad de que conozco a ese hombre, un tal Dett Mullian, fabricante de farolillos de taberna antiguos para turistas.
Gersen sonrió con ironía, pidió té a un camarero cercano, y volvió su atención a los documentos de Rackrose.

Jack Vance "El rostro"

miércoles, diciembre 13, 2006

De Vida, volumen I, de Unspiek, barón Bodissey:
"Si las religiones son enfermedades de la psique humana, como afirma el filósofo Grintholde, las guerras de religión deben ser consideradas como las llagas y los cánceres resultantes que infectan al conjunto de la raza humana. Éstas son las más detestables de todas las guerras, puesto que no tienen como objetivo una ganancia tangible, sino imponer un conjunto de creencias arbitrarias a quienes piensan de otra manera."
"Pocos de tales conflictos igualan en grotescos excesos las Primeras Guerras Veganas. El problema deriva, en un principio, de un bloque de alabastro blanco sagrado que los aloysianos pretendían para el templo de San Revelras, mientras que los ambrosianos exigían el mismo bloque para el templo de San Bellaw. La batalla culminante en el Páramo de Rudyer es un episodio que pone a prueba la imaginación. El lugar: una altiplanicie brumosa de las montañas Mournan; la hora: al caer la tarde, cuando las nubes apenas dejan pasar levísimos destellos de la luz pálida de Vega. Un grupo de fieros ambrosianos aguarda en la parte más elevada; portan vaporosos mantos de color pardo, y estacas torcidas talladas con madera de tejo corrib. Abajo está concentrado un número más elevado de aloysianos, hombres bajos, de piernas cortas, rechonchos y corpulentos, todos con la perilla y el penacho en medio de la cabeza afeitada, provistos de cuchillos de cocina y herramientas de jardinería."
"El hermano Whinias emite un grito en una lengua desconocida. Los ambrosianos se precipitan ladera abajo entre chillidos histéricos, y caen sobre los aloysianos como salvajes. La batalla se mantiene indecisa durante una hora, sin que ninguno de los dos bandos adquiera ventaja sobre su contrario. A la puesta del sol, el corneta ambrosiano, obedeciendo las rigurosas leyes de la orden, da los doce toques que anuncian las vísperas. Los ambrosianos, de acuerdo con su costumbre invariable, adoptan una actitud devota. Los aloysianos aprovechan la coyuntura, y exterminan a la partida de ambrosianos mucho antes de su hora de oraciones. Así termina la Batalla del Páramo de Rudyer."
"Los escasos supervivientes ambrosianos se refugian, vestidos con ropas seculares, en la Ciudad Vieja donde, al cabo del tiempo, se convierten en un astuto grupo de mercaderes, cerveceros, taberneros, anticuarios, prestamistas y, acaso, administradores de negocios más oscuros. En cuanto a los aloysianos, la orden se desintegra ese mismo siglo; su fervor queda reducido a una pintoresca tradición. El templo de San Revelras se convierte en el Domus, la mayor hospedería de Vega. El templo de San Bellaw no es más que un triste túmulo de piedra cubierta de musgo."

Jack Vance "El rostro"

lunes, diciembre 11, 2006

Al mes siguiente, Gersen se encontró una vez más con Addels en los Dominios de Phruster.
Era media tarde; sólo jirones de niebla colgaban de los Dunvearys. El frío resplandor de Vega proporcionaba una sombría grandeza al paisaje.
Al igual que en la anterior ocasión, Gersen había subido por el sendero que conducía desde los jardines Ffolliott hasta el extremo occidental de Rath Eileann. Se apoyó en el parapeto mientras Addels, más perezoso, llegaba en su coche.
Addels cruzó la carretera y se reunió con Gersen en el parapeto.
-La Gargantyr ha aterrizado -anunció con voz seca-. Los documentos han sido entregados. El capitán armó un alboroto y trató de volver al espacio. Fue arrastrado a la fuerza fuera de la nave y acusado de intentar despegar para evitar la jurisdicción de la Corte. Actualmente, se halla bajo custodia. Se han tomado toda clase de precauciones. El capitán ha enviado un informe a sus patronos. También ha requerido los servicios de un abogado, presumiblemente competente, capaz de darnos quebraderos de cabeza.
-Confiemos en que el presidente del tribunal comparta nuestro punto de vista acerca del caso.

Jack Vance "El rostro"

viernes, diciembre 08, 2006

Gersen abandonó el Domus y caminó hacia el norte por el paseo central del Invernadero de los Naranjos. Torció hacia el este en la Gran Explanada, siguiendo la curva del lago, y cruzó un camino empedrado que conducía al Estremont, una maciza estructura de pórfido gris plateado, construida sobre cuatro niveles escalonados y rematada por cuatro altas torres y una cúpula central. En el Departamento de Justicia llevó a cabo una serie de investigaciones, y después, más pensativo que antes, regresó al Domus.
Ya en sus aposentos, tomó papel y pluma y redactó una minuciosa lista de fechas y acontecimientos, que luego repasó varias veces. Se volvió hacia el comunicador y se puso en contacto con Jehan Addels.
-Actúe según las directrices que comentamos, por favor. Adquiera el Banco de Cooney, y abra de inmediato una sucursal local. Después, en cuanto la Gargantyr abra la escotilla, caiga sobre ella con todos los papeles que se le ocurran.
-Como usted diga.
-Recuerde que estamos tratando con gente a quien no le importa en absoluto la ley, por decirlo de una manera suave. Asegúrese de que la nave queda a buen recaudo. Entregue los documentos acompañado de un pelotón de policías, y obligue a la tripulación a bajar a tierra. Precinte la puerta con una barra energética, selle los cierres con explosivos y rodee de cadenas la bodega. Luego, sitúe una guarnición de al menos seis hombres fuertemente armados, que se vayan relevando cada ocho horas. Quiero estar seguro de que la nave no saldrá de Rath Eileann. Queremos dar tiempo al propietario para que acuda. Nuestra acusación debe alegar premeditación, conspiración y una deliberada política de fraude interestelar..., cargos que sólo el propietario puede negar.
-Se sentará en el banquillo de los acusados y lo negará todo. El tribunal dará el caso por sobreseído, y a usted no le quedará otra alternativa que barrer la sala.
-Mi querido Addels, está claro que no comprende mis intenciones.
-En ese caso -repuso Addels con frialdad-, no me tomaré la molestia de hacer especulaciones.

Jack Vance "El rostro"

jueves, diciembre 07, 2006

Lucino

Interrumpimos transmisiones desde Alphanor para que el secretario de este changarro escriba algunas incoherencias suyas, como suele acostumbrar muy de vez en cuando...

UNSPIEK, BARÓN BODISSEY

Hoy me encontré a mi maestro Lucino. O más bien, él me encontró a mí. Fuí a cobrar un cheque de mi mamá a la casa del jubilado, y un viejito me habló: "¿Te acuerdas quién soy yo?..."
-Maestro, sí, como no. Usted es Lucino González Robles.
-Soy lo que queda...
El Profesor Lucino me dió clases en la Normal Fronteriza, entre 1980 y 1984. En primer año me dió Pedagogía y Didáctica General, y en tercero, Historia.
Lo encontré hecho todo un anciano, se "encogió", medía como 1.80 y ahora mide menos de 1.70. Se hacía un peinadazo al estilo de los vaselineros de los 50's, ahora las greñitas que le quedan no le alcanzan para tanto. Se vestía muy elegante y acinturado, ahora viste ropas "aguaditas". La cara y las manos todas manchadas de "manchas de viejito" (él era muy blanco). Eso sí, lentes oscuros tipo "avispón verde", o como diría ahorita cualquier cholo, tipo "mosca pantionera"...
Verlo fue muy grato, y también triste. Él que fue la gran cosa.
Cuando entré a primer año de normal, tenía catorce años. En aquéllos tiempos no había que estudiar la prepa, terminabas la secundaria y podías entrar directamente a la normal, siempre y cuando pasaras la prueba, claro. La mayoría tenían quince, y uno que otro, "muy grande", tenía dieciséis.
Será que en esa edad uno es muy fácil de impresionar, o que esos años marcan qué habrá de ser de la vida de uno, o que lo que en esos años aprendas no lo olvidarás, aunque pasen los años. Yo cursé la secundaria en "la Benito", una escuela de una colonia popular, a dónde iba "un cholerío", mejor conocida como "El Gallinero", por el alambre de pollo que engalanaba las ventanas... Sólo como unos cinco del salón no éramos cholos. Tampoco éramos "niños bien", sino clasemedieros. Eran unos cuartos viejos, con techo de madera que se goteaba en tiempo de lluvias, las ventanas que daban a la calle estaban muy altas, no teníamos refrigeración, sino "coolers" (ventiladores de agua) que en verano vaporizan, y cuando nos mandaban a la quesque biblioteca era 'pior', ni siquiera tenía cooler y nos estábamos asando, un cuartote con el techo muy alto, poblado por palomas, casi sin ventanas ni focos, ahi estaba uno "pipisquieando". Luego teníamos un patio muy chiquito para tanto alumnado, donde cabía una cancha de basquet con cualquier cosita sobrado para los lados, para tres primeros, tres segundos y tres terceros... Ya se imaginarán que había "matanga" en el receso, casi no había día que no hubiera lesionados... Los maestros de la secundaria, pues la mayoría, pasaron sin pena ni gloria. Había buenos y malos, pero los buenos como que no se esforzaban mucho, pues al cabo la secundaria era "por cooperación, número 5". Hasta que iba a terminar fué "reconocida", y se le dió un número oficial, secundaria estatal número 22. Todavía existe, pero la cambiaron de lugar, fue a dar a otra colonia, y tiene edificios 'modernos' (y me imagino que ahora si ha de tener refrigeración).
Así pues, cuando ingresé a la Escuela Normal Urbana Federal "Fronteriza", fue algo así como entrar al Olimpo. Una escuelota, todo un complejo arquitectónico. Mi generación constaba de cuatro grupos de cuarenta alumnos cada uno, pero en los grados superiores, eran muchos más. En tercero había hasta grupo "E", y en cuarto había hasta cuarto "H". Todos los salones tenían refrigeración, había jardines, árboles, césped, eucaliptos y hasta un árbol de moras... Salón audiovisual, biblioteca, taller de carpintería, de costura, cocina, un friego de oficinas, cuatro baños, etc, etc. Y aquí los maestros sí trabajaban -bueno, la gran mayoría- y eran todas unas personalidades: aspecto, vocabulario, conocimiento.
Uno de aquéllos grandes patricios era Lucino. Era de esos maestros que la mayoría le tenían miedo, pues era estricto y serio. Desde el principio dijo que lo menos que nos podíamos sacar era 8, y si no, teníamos que presentar parcial. ¡Y ay de aquél que se fuera a total! Casi imposible pasar un examen de pura teoría. Sin embargo, no obstante ese halo de inmarcesibilidad -e inaccesibilidad- le llamaban "cloroformo" porque tenía fama de enfadoso y de que te quedabas dormido en su clase. Pero en aquéllos tiempos los alumnos éramos muy correctos, ¡que esperanzas que en su cara alguien le faltara el respeto a un maestro!
Las primeras clases con él, yo me aburrí. Hablaba lento, casi arrastrando las palabras, con mucha calma. Y luego con un lenguaje muy técnico, al que no estaba acostumbrado. Era fácil distraerse con la mirada perdida en el infinito. Pero un día pensé "¿qué tanto estará diciendo este viejo?..." Y empecé a fijarme en lo que estaba diciendo. En primero los libros de texto eran "La ciencia de la Educación" y "Pedagogía General", ambos del insigne maestro Francisco Larroyo, que en gloria esté, una personalidad de la era de Adolfo López Mateos, cuando se inventaron los libros de texto gratuitos. Y descubrí que todo lo que ese hombre estaba diciendo, palabra por palabra, era de lo más acertado, era LA VERDAD. Y que su estilo lento, remarcando ocasionalmente alguna palabra, era la forma de dar énfasis a su discurso, en aquéllos tiempos en los que la educación consistía esencialmente en La Exposición, Magister Dixit.
A partir de ese día comencé a prestar atención a su clase. Y comencé a ser un alumno aplicado -bueno, al menos, en su materia-. Cambié, y poco a poco empecé a convertirme en un maestro.
Hubo también otros maestros en aquella edad, recuerdo especialmente a Leonides Rodríguez Hurtado, maestro de Filosofía, Ética y Estética; a Rubén Pérez Alvarado, maestro de Física y más adelante, de Historia de la Educación. María del Refugio Catalán Nava, maestra de Español. Saúl Haro Alvarez, también de Español. María Elena Varela Cota, de Teatro. Jesús Humberto Lamadrid Figueroa, a quien le gustaba hacer el papel de villano, maestro de Matemáticas. Eloy Jiménez Figueroa, de Danza. Plácido Valenzuela Aragón, maestro de Técnicas de Investigación y de Didáctica Especial. Los dos últimos, a su avanzada edad, todavía siguen trabajando.
Todos ellos cambiaron mi vida, y fue para bien. Ójala y en aquéllos tiempos hubieran existido las cámaras de video, hubieran grabado si no todas sus clases, al menos una muestra, los "highlights", y pudieran ser vistos por los alumnos nuevos que hoy cursan la carrera en escuelas normales oficiales. Pero no fue así. Borges nos cuenta en "El acercamiento a Almotásim" que en ocasiones se puede descubrir a un gran hombre a través de otro hombre, que le conoció, o fué su discípulo. Ójala yo pudiera ser el medio por el cual mis alumnos descubran a esos grandes maestros. Gracias, Emérito Maestro, Lucino González Robles.

rheinrl

miércoles, diciembre 06, 2006


domus san revelras Posted by Picasa
De "La ciudad de las nieblas", en Cosmópolis (mayo de 1520):

"Sobre el plano, Rath Eilean semeja una T retorcida. En la barra horizontal, de
derecha a izquierda, se alinean los Jardines de Ffolliott, Bethamy, la Ciudad
Vieja, el Invernadero de los Naranjos con el Domus detrás y Estremont, en una
isleta del lago Feamish. El trazo vertical se extiende hacia el norte a lo largo
de varios kilómetros, cruza el barrio de Moynal, y después Drury, Wigaltown,
Dundivy, Gara con su Dulzódromo y, finalmente, Slayhack, donde se halla
enclavado el espaciopuerto.
La Ciudad Vieja es el barrio más encantador. Pese
a las espesas nieblas, los vapores malolientes, las callejuelas tortuosas y los
edificios extravagantes, no es un barrio sórdido. La gente viste únicamente
ropas de color pardo que apenas se insinúa: arena y gris oscuro tamizado de
pardo, que se desliza entre tonos de color canela, roble y otras maderas hasta
mezclarse con el ocre. Cuando salen de su entorno, a la luz vacilante de Vega,
sus vestidos crean un efecto de particular riqueza contra la piedra, el hierro
ennegrecido y las maderas tiznadas, y la mayoría luce turbantes de color rojo
oscuro, amarillo o azul oscuro. Por la noche, la Ciudad Vieja centellea con las
luces de innumerables farolillos que penden, obedeciendo una antigua ordenanza
municipal, frente a la entrada de todas las tabernas. Dado que las intrincadas
calles e innumerables callejuelas jamás han recibido nombre ni, por supuesto,
exhiben placa alguna, el visitante aprende rápidamente a guiarse mediante los
mencionados farolillos.
Los monjes ambrosianos, primeros pobladores de las
orillas del lago Feamish, erigieron los edificios con total desprecio por el
orden, de acuerdo con el fanático fervor de su credo. La orden de los
aloysianos, que se instaló cuarenta años después (y que dio al mundo su nombre),
intentó sin demasiado interés modificar la Ciudad Vieja, abandonó posteriormente
la idea y, tras fundar el nuevo barrio de Bethamy, dedicó todas sus energías a
la construcción del templo de San Revelras."

Jack Vance "El rostro"

sábado, diciembre 02, 2006

Tres días más tarde, un timbre musical anunció una llamada en los aposentos de Gersen, en el Domus San Revelras. Gersen preionó el botón correspondiente; una cascada de asteriscos certificó que la línea estaba libre de interferencias. La huesuda faz de Addels se materializó en la pantalla pocos segundos después.
-En relación con la Ettilia Gargantyr, he investigado embargos, deudas y otras situaciones punibles. Dado que las naves espaciales recalan en infinidad de puertos, a menudo incurren en infracciones o daños menores que nadie se preocupa en denunciar. La Ettilia Gargantyr no constituye la excepción. Hace dos años tuvo lugar un incidente en Thrump, en el Planeta de David Alexander. El capitán celebró un banquete para un grupo de agentes de carga locales, y empleó azafatas y demás personal para preparar y servir la comida. Eligió un salón del espaciopuerto a tal efecto, en lugar del comedor de la Gargantyr. El Gremio de Proveedores de Thrump denunció que tal procedimiento violaba las ordenanzas locales. Presentaron una demanda por daños y perjuicios. La nave partió antes de que se entregara el auto de comparecencia, de manera que el juicio ha quedado suspendido, pendiente del regreso de la nave, lo que parece improbable. Entretanto, el Gremio de Proveedores negoció un préstamo con el llamado Banco de Cooney, constituido en Thrump. Entre otros bienes ofrecieron como garantía la demanda contra la Ettylia Gargantyr. El Gremio dejó de pagar el préstamo hace uno o dos meses, y el litigio está en manos del Banco de Cooney. -Addels adoptó un tono especulativo-. He pensado que podría controlar sus negocios con más facilidad mediante un banco. El Banco de Cooney, aunque solvente, cuenta con una directiva vieja y falta de ideas. Las acciones se venden a un precio razonable, de modo que podría hacerse fácilmente con el control. Se establecerían sucursales donde pareciera conveniente, por ejemplo en Rath Eileann.
-Imagino que el litigio también sería transferido.
-En efecto.
-Con lo cual sería posible embargar la nave en Rath Eileann, ¿no?
-He llevado a cabo indagaciones sobre casos hipotéticos. Los datos me llevan a pensar que el juicio no se podría celebrar ni en el Estrado de la Ciudad ni en la Corte Territorial; sólo podría llevarse a cabo en la Corte de la Igualdad Interplanetaria, que celebra sesión tres veces al año en Estremont bajo la presidencia de un Proponente Rotatorio. Me he asesorado con un especialista en derecho interplanetario; afirma que no habría el menor obstáculo en llevar adelante el caso del Banco de Cooney si la Ettilia Gargantyr aterriza en Rath Eileann; la presencia física fija la jurisdicción in rem. Sin embargo, está convencido de que ningún magistrado dictará un mandamiento para exigir la presencia del propietario de la nave por motivos tan triviales.
-Déjeme reflexionar sobre el particular. Le llamaré esta noche.

Jack Vance "El rostro"

viernes, diciembre 01, 2006

-El espacio puerto local -dijo Gersen- está en Slayhack, al norte del lago. Dentro de una semana llegará la Ettilia Gargantyr. El propietario oficial es la Compañía de Transportes Celerus, con base en Vire, en Sadal Suud Cuatro. Esta nave se llamó en otro tiempo Fanutis*, propiedad de Servicios Espaciales, también en Vire. Ambas sociedades son puramente nominales. La nave pertenecía entonces a Lens Larque, y presumo que ahora también.
Addels se humedeció los labios, disgustado.
-Mencionó su nombre en nuestra conversación, para mi desagrado, debo admitirlo. Es un famoso criminal.
-Indudablemente.
-¿Y trata de entablar negocios con él? Inadmisible. Es muy poco de fiar.
-Nuestros negocios implican intereses diferentes. En cuanto la Ettilia Gargantyr llegue, quiero que se le imponga un embargo, o cualquier otra triquiñuela legal, a la nave y a su carga, imposibilitando su partida. Quiero que el incidente ocupe la primera plana de los periódicos, a fin de que el actual propietario, no su agente o su representante legal, deba acudir aquí con tal de proteger sus intereses.
-¿Quiere atraer a Lens Larque a Rath Eileann? -Addels frunció el ceño-. Una esperanza estravagante.
-Tendrá lugar un juicio. Por supuesto, utilizará otra identidad.
-¿Lens Larque ante un tribunal? Absurdo.
-En efecto. A Lens Larque le encantan los absurdos. También es avaricioso. Si el procedimiento parece legal, no querrá perder su nave por no presentarse.
Addels asintió con un gruñido.
-Al menos permítame que le diga esto: no hay mejor cobertura para la legitimidad que la misma legitimidad. No existe el menor problema en desvelar el fundamento de una acción. Las naves espaciales suelen provocar pequeños pleitos. La dificultad estriba en la jurisdicción. ¿Ha aterrizado esta nave anteriormente en Rath Eileann?
-No que yo sepa. Por lo general se mueve en la Periferia de Argo.
-Le prestaré al asunto toda mi atención -aseguró Addels.
-Le recordaré algo muy importante: Lens Larque no es un hombre afable, a causa de sus caprichos y ardides. Mi nombre, como comprenderá, no debe ser mencionado. Incluso usted ha de proceder con absoluta discreción.

Jack Vance "El rostro"

* La Fanutis fue utilizada como transporte de esclavos en el ataque al Monte Agradable, donde Gersen perdió su hogar y su familia.