viernes, diciembre 28, 2007

-Creo que podré complacerle, señor. Tengo en mente un dormitorio bien aireado con vistas a la plaza. Cuenta con un espléndido cuarto de baño, un saloncito alfombrado con pañete verde y excelentes muebles. Si desea inspeccionarlo suba por la escalera, gire a la derecha por el primer pasillo y entre en la habitación orlada de negro.
Gersen visitó los aposentos y los encontró a su gusto. Volvió a la recepción y pagó una semana por adelantado para formalizar el trato.
El empleado quedó favorablemente impresionado.
-Nos sentimos felices de contarle entre nuestros clientes, señor.
-Gracias. En el Sferinde no quisieron saber nada de mí.
-Eso no constituye ningún misterio; el Sferinde es un reducto methlen. No aceptan a otro tipo de clientes.
-Así que eran methlen. Parecían muy selectos.
-"Selectos" es la palabra adecuada. Si el santo Symas descendiera en todo su esplendor al Sferinde, con un séquito de profetas alados y ángeles tocando trompetas, también le enviarían al Traveler's Inn. No espere nada mejor de los methlen.
El empleado, hablador y prudente a la vez, podía ser una valiosa fuente de información, reflexionó Gersen.
-¿Por qué vienen a Dar Sai?
-Por asuntos de negocios o por turismo. No le extrañe verles agrupados frente al Traveler's Garden, estudiando a las clases inferiores. Pese a todo, no son ni depravados ni odiosos. Su riqueza les permite juzgar a la vida; todo se reduce a un juego dramático. En Serjeuz llevan una existencia decadente, y emplean a los pobres y desfavorecidos darsh como criados y sirvientes.
-Interesante. Pero creo que ahora probaré su restaurante.
-Muy bien, señor. Le deseo que coma a gusto.
Gersen salió al jardín y eligio una mesa con vistas a la plaza. Pulsó un botón, y la superficie de la mesa se convirtió en un tablero iluminado, que reproducía los platos y bebidas a disposición de los clientes. Un camarero se aproximó. Gersen señaló una de las ilustraciones.
-¿Qué es esto?
-"Ahagaree Turístico", especialmente modificado para adaptarse al paladar de otros planetas.
-¿Y esto?
-Pez nocturno al horno, recién pescado en las marismas.
-Tomaré ahagaree y una ensalada.
-Muy bien, señor.
El camarero trajo un carrito con bandejas cubiertas. Colocó el ahagaree en el centro de la mesa, y un plato a cada lado, la ensalada a la izquierda y un cóctel sencilo a la derecha. El camarero se retiró. Gersen probó con precaución el "Ahagaree Turístico", y lo encontró infinitamente más sabroso que el servido por la señora Tintle.
Gersen comió sin prisa, y después se puso a meditar ante una taza de té. Extrajo del bolsillo un informe preparado por Jehan Addels que le había sido entregado poco antes de abandonar Aloysius. Empezaba sin más preámbulos:

La Compañía Kotzash constituye una operación perpetrada por un ingenioso
estafador, muy experto en cuestiones financieras. Evidencia la cruel impudicia y
la completa falta de escrúpulos que cabría esperar de un monstruo marino. Los
dos caballeros que conocimos recientemente se reflejan en la carta de
constitución de la Kotzash como en un espejo.

Jack Vance "El rostro"

1 Comments:

Blogger Édgar Omar Avilés said...

Hola, Pardero, por aquí invadiendo y mandando buenos deseos de 2008 para todo Alphanor.

11:25 p.m.  

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