domingo, diciembre 02, 2007

"El carácter de las mujeres es más difícil de definir, y adopta la forma de una estudiada inescrutabilidad. A quien desee estudiar la opacidad humana, le bastará con intentar bromear con una mujer darsh. Hombres y mujeres se casan sólo por motivos económicos. La procreación se lleva a cabo mediante procedimientos mucho más complicados, durante paseos nocturnos por el desierto, en especial cuando Mirassou brilla en el cielo. El sistema es sencillo en líneas generales, pero complicado en los detalles. Tanto hombres como mujeres buscan agresivamente pareja. Los hombres abordan muchachas casi adolescentes; las mujeres envían chicas púberes al desierto para que los jóvenes salgan en su busca. El sistema conlleva permutaciones que no detallaremos aquí. A este respecto, sin embargo, mencionaremos las diversiones relacionadas con la flagelación. Adoptan formas muy elaboradas en las principales ciudades, y no cabe duda de que el visitante de otros planetas que asista a estos extraños rituales experimentará asombro, fascinación y, al mismo tiempo, repulsión. También podríamos hablar del juego darsh llamado hadaul, pero es más característico de las sombras del interior.
Antes de que el lector se forme una impresión negativa de los darsh, conviene plasmar sus virtudes. Son valientes; ningún darsh es cobarde. Nunca mienten, pues comprometerían su orgullo. Son de naturaleza hospitalaria, en el sentido de que ningún viajero desconocido o de otro planeta que llegue a la sombra más apartada dejará de recibir alimentos y albergue, como si le amparara algún derecho. Un darsh puede confiscar, apropiarse o servirse de cualquier objeto que le sea de uso inmediato, pero jamás se rebajará a robar; las pertenencias del visitante se hallan a salvo. Sin embargo, si el visitante descubriera una cestada de arena negra, no sería extraño que le robara y asesinaran. Los darsh admiten que tales actos son crímenes, pero su indignación hacia los causantes es escasa.
En lo que respecta a la comida darsh, cuanto menos se diga mejor. El viajero debe resignarse a la cocina darsh como si se tratara de una catástrofe natural. Es inútil buscarle algún mérito; los propios darsh saben que es repulsiva, pero da la impresión de que se enorgullezcan de su capacidad de consumirla regularmente.
Y con esto, amigos viajeros, se habrán formado una suscinta idea del planeta Dar Sai. Es posible que no les guste, pero seguro que no lo olvidarán jamás."

Jack Vance "El rostro"