miércoles, enero 11, 2006

Gersen era incapaz de seguir la lógica del discurso.
-¿Cómo será esa fiesta, ese banquete, o lo que sea?
-¡Sí, sí, la fiesta! -El tema interesaba a Navarth-. Hay que hacer los preparativos con gran esmero, y costará una gran suma: un millón de UCL.
-¿Por una fiesta? ¿O un banquete? ¿A quién piensa invitar? ¿A toda la población de Sumatra?
-No. Un selecto ramillete de invitados. Pero los preparativos corren prisa. Soy una fuente, una inspiración para Viole Falushe. Me ha superado en su excelsa majestad. Pero demostraré que soy superior en ámbitos más reducidos. ¿Qué es un millón de UCL? En sueños he gastado mucho más en el espacio de una hora.
-Muy bien -aceptó Gersen-. Tendrá su millón.
"Los intereses de un día", reflexionó.
-Precisaré una semana. Apenas es suficiente, pero no podemos retrasarnos más.
-¿Por qué?
-Viole Falushe regresa al Palacio del Amor.
-¿Cómo lo sabe?
-El arte implica disciplina; en cuanto más elevado es el arte, más rigurosa es la disciplina. Por lo tanto, debe plegarse a ciertas limitaciones.
-¿Cuáles son?
-Ante todo el dinero. Entrégueme inmediatamente un millón de UCL.
-Sí, por supuesto. ¿En una bolsa?
Navarth agitó la mano con indiferencia.
-En segundo lugar, yo me haré cargo de los preparativos. Usted no debe entrometerse.
-¿Esto es todo?
-Tercero, deberá comportarse con moderación. ¡Si no es así, no le invitaré!
-No me importaría perderme la fiesta, pero yo también quiero imponer algunas condiciones. Primera, Viole Falushe ha de venir.
-¡No tema! Será imposible mantenerle alejado.
-Segunda, me lo presentará.
-No será necesario. Él mismo lo hará.

Jack Vance "El palacio del amor"