jueves, diciembre 29, 2005

-Si no encontramos aquí a Viole Falushe, ¿dónde sugiere que busquemos?
-No he hecho planes por anticipado. Las circunstancias dirán. No olvide que Viole Falushe me tomó como ejemplo hace mucho tiempo. ¿No es razonable suponer que sus proyectos coincidirán con los nuestros?
-Muy razonable.
-Comprobaremos la teoría.
Más tarde llegaron los cafés, los pasteles y los licores. Gersen pagó la cena, que se elevaba a 200 UCL, y salieron del hotel Príncipe Franz Ludwig.
-Y ahora, ¿qué?
-Es temprano todavía -reflexionó Navarth-. En el cabaret Mikmak siempre hay diversión, de una clase u otra, por ejemplo, contemplar a los buenos ciudadanos tratando de comportarse con corrección.
Del cabaret Mikmak fueron al Paru, el Fliegende Hollander y luego al Blue Pearl. Cada nueva taberna o cabaret era menos elegante que la anterior, al menos en apariencia. Al salir del Blue Pearl, Navarth les condujo al Café del Crepúsculo, en el paseo Castel Vivence de Ambeules, después de una sucesión de garitos portuarios, cervecerías y salas de baile. En el Zaidel's All World Rendez-Vous, Gersen interrumpió las disertaciones de Navarth.
-¿Es aquí donde esperaremos a Viole Falushe?
-¿Dónde, si no? -preguntó el poeta loco, algo bebido-. ¡Donde el corazón de la Tierra late con la sangre más espesa! Espesa, púrpura, con olor a polvo, como la sangre de los cocodrilos, la sangre de los leones muertos. No tema, ¡verá a su hombre! ¿De qué estábamos hablando? ¡Mi juventud, mi juventud desperdiciada!
Gersen se retrepó en su silla. En las presentes circunstancias, lo mejor era conservar una prudente cautela. Comprobó con sorpresa que estaba algo borracho, a pesar de su moderación. Las luces de colores, la música, la incesante conversación de Navarth compartían la responsabilidad con el alcohol. Zan Zu seguía tan inaccesible como de costumbre; la miró de reojo, como venía haciendo toda la noche. Gersen se preguntó: "¿Qué pensamientos rondan por esa cabeza? ¿Qué espera de la vida? ¿Alimenta esperanzas? ¿Suspira por un amante atractivo? ¿Detesta trabajar, desea visitar los mundos exteriores?"
Doce retumbantes campanadas sonaron en la antigua catedral de Flamande Heights.
-Es medianoche -graznó Navarth. Se irguió, trastabilló un poco y miró alternativamente a Gersen y a Zan Zu de Eridu-. Ahora continuaremos.

Jack Vance "El palacio del amor"