lunes, enero 23, 2006

El nombre del individuo era Hollister Hausredel; su cargo, secretario del Liceo Philidor Bohus. Era un hombre todavía joven sin ninguna característica destacable. Vestía de gris y negro y vivía en una de las torres de apartamentos de Sluicht con su mujer y dos hijos de corta edad.
Gersen, convencido de que su conversación con Hausredel surtiría mayor provecho cuanto más lejos estuviera del colegio, le abordó a unos cien metros de su domicilio.
-¿Señor Hausredel?
Hausredel mostró cierto asombro.
-¿Sí?
-Me pregunto si podríamos hablar unos minutos. -Gersen le indicó un bar cercano-. ¿Le importa tomar un café conmigo?
-¿De qué quiere hablar?
-De un asunto que le puede reportar un beneficio, a cambio de hacerme un favor.
La conversación se desarrolló sin dificultades; Hausredel era más flexible que su superior, el doctor William Ledinger. Hausredel se citó al día siguiente con Gersen en el mismo bar, llevando bajo el brazo un sobre de gran tamaño.
-Aquí lo tiene. No hubo problemas. ¿Tiene el dinero?
Gersen le entregó otro sobre. Hausredel lo abrió, contó el contenido y verificó los billetes con el detector de fraudes.
-Muy bien. Espero haberle ayudado tanto como usted me ha ayudado a mí.
Estrecho la mano de Gersen y salió del bar.

Jack Vance "El palacio del amor"