miércoles, junio 08, 2005

Kokor Hekkus quería dinero... diez mil millones de UCL. Daeniel Trembath, Archidirector (retirado) del Banco de Rígel, era el propio símbolo del dinero... y también de la respetabilidad más allá de toda sospecha. ¿Por qué quería la PCI que volviera, vivo o muerto? ¿Acaso habría robado diez mil millones de UCL? Gersen recordó el fragmento de papel que le había arrebatado al señor Hoskins en Skouse. Se esforzó por recordar las palabras, ahora tan llenas de sentido:


"...rizos, o mejor dicho, bandas de densidad. En apariencia se producen al
azar, si bien en la práctica son tan casuales como imperceptibles. El
espaciamiento crítico está en función de la raíz cuadrada de los once primeros
números primos. La aparición de seis o más de tales rizos en cualquiera de las
situaciones antes mencionadas dará validez..."


Las conclusiones eran asombrosas. Un aspecto de la situación era la misma esencia de la tragicomedia. Gersen se levantó de un salto, y paseó de un lado a otro de su apartamento. Si las circunstancias eran tal como él sospechaba, ¿cómo sacaría ventaja de lo que sabía?
Reflexionó durante una hora, formulando y descartando planes dispares. La clave de la situación estaba en las habilidades manuales y en la tienda de pasatiempos. Las actividades fomentadas eran supervisadas con facilidad: escultura en madera, marionetas, bordado, tejido de chales, acuarelas, fabricación de objetos de vidrio. Quizá también fotografía... La mañana pasó con desesperante lentitud. Gersen se derrumbó en la silla más confortable. Aplicó una deliciosa variación al plan que había ideado; rió en voz alta... Nada más terminar de comer visitó la sala de pasatiempos. El empleado que se encargaba de la vigilancia era un hombre corpulento, todavía joven, calvo y de facciones pequeñas y delicadas, como las de una muñeca de cara redonda. Respondió a las preguntas de Gersen con un razonable grado de paciencia. Gersen presentó una propuesta cuidadosamente elaborada: él, Gersen, estaba casi seguro de que sería huésped de Intercambio durante uno o dos meses; antes de su llegada había estado experimentando con ciertas formas artísticas originales que incluían la fotografía y deseaba continuar estas actividades... hasta tal punto que no cejaría hasta conseguir el equipo idóneo. Cualquier atención especial por parte del empleado, ¿cuál era su nombre?, Funian Lubby, sería adecuada e incluso generosamente recompensada. ¿Cuánto tardaría Lubby en proveer el equipo necesario? Si el señor Wall proporcionaba la lista y los fondos, se cursaría la orden a Sagbad, el centro comercial más cercano; la entrega se efectuaría mañana o, con toda seguridad, pasado mañana.
-Excelente -dijo Gersen. Se sentó y confeccionó la lista. Era larga e incluía una serie de artículos destinados a ocultar su propósito principal.
-Imagino que usted nos cederá estos artículos cuando se marche, ¿no?
-Supongo que sí. Al menos algunos... los que ya tengo en casa. -Cada vez estaba más animado-. ¿Cuánto piensa que costará todo el equipo y el material?
-Cámara megafotográfica... ampliadora e impresora... microscopio. Artículos caros en su mayoría... Un duplicador de... ¿Para qué necesita todo esto?
-Preparo permutaciones caleidoscópicas de objetos naturales. A veces se necesitan hasta veinte o treinta copias de una sola foto, de ahí que precise el duplicador.
-Esto le costará una fortuna, pero si está dispuesto a pagarla...
-Sí, no me queda otro remedio. No me gusta tirar el dinero, pero no podría soportar alejarme de mi afición favorita un par de meses.

Jack Vance "La máquina de matar"