viernes, agosto 04, 2006

-¿Qué le ha hecho Viole Falushe a la chica? -preguntó Gersen.
-Nada todavía.
-¿Cuáles eran sus planes?
-Autofertilización: el parto de una virgen. A su debido tiempo daría a luz una niña exacta a ella.
-¿Cómo lo hizo con Jheral Tinzy?
-Ni más ni menos.
-¿Y con cuántas más?
-Otras seis. Luego se suicidó.
-¿Dónde están las otras cinco?
-¡Ah! Eso no lo sé.
Retz mentía, pero Gersen fingió que aceptaba su explicación.
Retz se detuvo ante una puerta y miró en torno suyo.
-La chica está ahí dentro. Diga lo que diga, recuerde que sólo soy un subordinado; me limito a obedecer órdenes.
-Por lo tanto, obedecerá las mías. Abra la puerta.
Retz titubeó, miró por encima del hombro de Gersen como si esperara algún tipo de ayuda, suspiró y abrió la puerta.
Drusilla, sentada en una cama, levantó los ojos con expresión de alarma. Vio a Gersen; la alegría sustituyó al estupor. Saltó de la cama y se precipitó sobre Gersen, llorando de alivio.
-Confiaba en que vendrías. ¡Me han hecho cosas horribles!
Retz intentó aprovecharse de la distracción de Gersen y se deslizó con sigilo hacia la salida. Gersen le llamó.
-No tan de prisa. Todavía puede serme útil. -Habló a Drusilla-: ¿Has visto la cara de Viole Falushe? ¿Le reconocerías?
-Se quedaba en el umbral de la puerta con la luz a sus espaldas. Era un salvaje; me odiaba. No quería que yo le viera. Decía que yo era desleal. Yo le preguntaba cómo era esto posible, si nunca le había prometido nada. Se endureció. Decía que mi deber era esperar, mantener mis ideales, hasta que él regresara. Incluso entonces le había engañado, en la fiesta de Navarth y durante el viaje.
-Una cosa es cierta: se esconde bajo la personalidad de Tanzel, o de Ethuen, o de Mario. ¿Cuál te gustó menos?
-Tanzel.
-Tanzel, ¿eh? Bien, seguro que Retz nos puede decir quién es Viole Falushe... ¿verdad, Retz?
-¿Y cómo? Jamás le he visto de cerca, excepto tras el cristal de su despacho.
"Improbable, pero no imposible", pensó Gersen.

Jack Vance "El Palacio del Amor"