martes, julio 11, 2006

-Desde un punto de vista profesional.
-Hum. ¿Qué piensa del Palacio?
-Es muy agradable.
-¿Alguna reserva?
-Algo falla. Quizá el defecto procede de los criados. Les falta profundidad; no parecen reales.
-Lo reconozco. Carecen de tradiciones. El único remedio es el tiempo.
-También carecen de sentido de responsabilidad. Al fin y al cabo, son esclavos.
-No del todo, porque no se dan cuenta. Se consideran la Gente Afortunada, y eso es lo que son. Es precisamente esta irrealidad, esta sensación de cuento de hadas, la que me ha costado más desarrollar.
-Y cuando se hacen mayores, ¿qué pasa? ¿En qué se transforma la Gente Afortunada?
-Algunos trabajan las tierras que circundan los jardines. Otros son enviados a diversas partes.
-¿Al mundo real? ¿Los venden como esclavos?
-Todos somos esclavos en una u otra forma.
-¿Usted también?
-Soy víctima de una terrible obsesión. Fui un chico sensible, cruelmente maltratado; Navarth le habrá proporcionado más detalles. En lugar de someterme, mi sentido de la justicia me obligó a buscar compensación... y todavía la busco. Soy un hombre muy difamado. La gente me considera un sibarita voluptuoso, un glotón erótico. La verdad está en el reverso de la medalla. Soy, para qué andar con remilgos, absolutamente ascético. Y lo seré hasta que mi obsesión desaparezca. Soporto el peso de una maldición. Pero a usted no le interesan mis problemas personales, ya que jamás se publicarán.
-No obstante, me interesan. ¿Es Jheral Tinzy la causante de su obsesión?
-Precisamente -Viole Falushe hablaba con voz serena-. Arruinó mi vida. Debe expiar su crimen. ¿No es esto la justicia? Hasta la fecha se ha demostrado poco dispuesta, incapaz.
-¿Cómo podría destruir esta obsesión?
-¡Qué falta de imaginación! -Viole Falushe se removió en la silla. Ya hemos hablado antes de esto.
-¿Así que Jheral Tinzy todavía vive?
-Sí.
-Pero, si no me equivoco, antes dijo que estaba muerta.
-Vida, muerte... son términos imprecisos.

Jack Vance "El palacio del amor"