martes, abril 25, 2006

-Trata de identificar a Viole Falushe. Querrá hacer el amor contigo. Si le rechazas esconderá su despecho, pero puedes reconocerle por una mirada, una amenaza, un rasgo familiar... Es posible que flirtee con alguien y te espíe para ver tus reacciones.
-No lo entiendo muy bien.
Drusilla volvió a morderse el labio.
-Haz todo lo que puedas, pero cuídate. No te busques más problemas. Aquí viene Tanzel.
-Buenos días, buenos días -dijo Tanzel alegremente. Se dirigió a Drusilla - : Tiene el aspecto de haber perido a su último amigo. Esto no sucederá mientras Harry Tanzel continúe a bordo. ¡Ánimo! Vamos en camino del Palacio del Amor.
-Lo sé -asintió Drusilla.
-El lugar adecuado para una chica bonita. Yo me encargaré de enseñarle todas las cosas de interés, si puedo librarme de todos mis competidores-
-No habrá competición -rió Gersen-. Mi trabajo ocupa todo mi tiempo, por desgracia.
-¿Trabajo? ¿En el Palacio del Amor? ¿Practica el ascetismo?
-Soy periodista. Preparo una colección de artículos para Cosmópolis.
-¡Ni se le ocurra nombrarme! -le advirtió con sorna Tanzel-. Algún día me casaré; no soportaría vivir con fama de libertino.
-Seré discreto.
-Bien. Venga conmigo -Tanzel cogió a Drusilla por el brazo-. Le ayudaré con sus ejercicios matinales. ¡Cincuenta vueltas a la cubierta!
Se alejaron, no sin que antes Drusilla dedicara una última mirada de desamparo a Gersen.
Navarth se materializó a su lado.
-Es uno de ellos. ¿Será ése?
-No lo sé. Ha empezado con mucha fuerza.

Jack Vance "El palacio del amor"