jueves, noviembre 10, 2005

Caminaron por la carretera que bordeaba el río hasta el centro de la ciudad. Dundine miraba con timidez a Gersen.
-No puedo imaginar lo que espera obtener de mí. Estoy segura de que no le he visto en mi vida.
-Me interesa todo cuanto pueda decirme acerca de Viole Falushe.
-¿Viole Falushe? No le conozco. No sé nada sobre él. -Dundine se detuvo bruscamente y sus rodillas temblaron-. ¿Me devolverá a la fábrica?
-No -dijo Gersen en tono hueco-. No lo haré. -La escudriñó con semblante disgustado-. ¿Es usted la Dundine que fue raptada junto con Inga?
-Oh, sí. Pobre Inga. Nunca más supe de ella desde que llegamos a Qualag. Dicen que Qualag es muy aburrida.
La mente de Gersen trabajaba febrilmente.
-¿Fue raptada y conducida a Sarkovy?
-Sí. ¡Qué horrible viaje! ¡Recorrimos las estepas en viejas carretas traqueteantes!
-Pero el hombre que las raptó y las llevó a Sarkovy... era Viole Falushe, según mis noticias.
-¡Él! -La boca de Dundine se estremeció como si hubiera probado algo desagradable-. Su nombre no era Viole Falushe.
Entonces Gersen recordó que Kakarsis Asm le había dicho lo mismo. El hombre que le había vendido a Inga y a Dundine no utilizaba el nombre de Viole Falushe.
-No, no -dijo Dundine con voz apagada, perdida en lejanos recuerdos-. No era Viole Falushe. Era aquel desagradable Vogel Filschner.

Jack Vance "El palacio del amor"