lunes, octubre 31, 2005

Ahora, tres meses después, estaba de regreso en New Wexford y se hospedaba de nuevo en el hotel Congreve.
Fue a un videófono público, cubrió la pantalla y tecleó el número de Jehan Addels. La pantalla enfocó un conjunto de hojas verdes y rosales.
-Compañía de Inversiones Braemar -dijo una voz femenina.
-El señor Henry Lucas desea hablar con el señor Addels.
-Gracias.
La cara de Addels inundó la pantalla.
-Addels.
-Soy Henry Lucas.
-Me siento feliz -Addels se retrepó en su asiento-, e incluso aliviado... de oírel.
-¿Está la línea intervenida?
-En absoluto -aseguró Addels después de conectar su aparato antiescuchas.
-¿Cómo van los negocios?
-Bastante bien.
Addels describió sus gestiones. Había distribuido el dinero en diez cuentas numeradas de otros tantos bancos -cinco en New Wexford, cinco en la Tierra- y procedido a invertirlo con enorme delicadeza para no hacer temblar los nervios a flor de piel del mundo financiero.
-No alcancé a comprender la magnitud del trabajo cuando lo acepté -dijo Addels-. ¡Es asombroso! No crea que me estoy quejando. No podría pedir un trabajo más interesante y estimulante. Invertir diez mil millones de UCL sin despertar la atención es como tirarse al agua sin mojarse. He reunido un equipo sólo para que se ocupe de investigación y administración. Sospecho que, para una mayor eficacia, me veré obligado a fundar uno o varios bancos.
-Haga lo que le parezca mejor. Entretanto, tengo un trabajo especial para usted.
-¿Qué clase de trabajo? -preguntó Addels alarmado.
-He leído hace poco que la Radian Publishing Company, que publica Cosmópolis, padece dificultades financieras. Quiero que se haga con el control.
-No me costará demasiado esfuerzo; pero deseo informarle de que no es una inversión interesante. Radian está al borde de la bancarrota. Ha estado perdiendo dinero durante años; por eso es una presa fácil.
-En este caso la adquiriremos como una especulación y trataremos de enderezarla. Tengo motivos particulares para desear el control de Cosmópolis.
Addels reprimió cualquier intento de actuar contra la voluntad de Gersen.
-Sólo quería que no se llamara a engaño. Mañana adquiriré el paquete de acciones de la Radian.

Jack Vance "El palacio del amor"