miércoles, noviembre 30, 2005

Vogel Filschner había vivido con su madre en una casa pequeña y estrecha situada en el límite de Ambeules, junto a un sombrío distrito de almacenes y terminales de transporte. Gersen subió los pomposos peldaños de hierro, tocó el timbre y se colocó frente a la mirilla.
-¿Sí? -dijo una voz de mujer.
-Intento localizar a la señora Hedwig Filschner, que vivió aquí hace muchos años.
-No conozco a nadie con este nombre. Pregunte a Ewane Clodig, el propietario. Yo sólo soy una inquilina.
Ewane Clodig, que Gersen encontró en las oficinas de Propiedades Clodig, consultó sus archivos.
-El nombre me es familiar... No lo encuentro en mi lista... Aquí está. Se mudó hace treinta años.
-¿Tiene su dirección actual?
-No, señor. Sería mucho pedir. Ni siquiera la posterior a su traslado... ¡Ahora me acuerdo! ¿No es la madre de Vogel Filschner, el chico que vendía esclavas?
-Correcto.
-Bien, déjeme que le diga algo. Cuando se supo la noticia, hizo las maletas y desapareció sin dejar rastro.

Jack Vance "El palacio del amor"