miércoles, mayo 11, 2005

Mientras esperaba investigó otra idea. Las especificaciones eran tan exactas que sugerían cierto parecido o identificación con una criatura viviente. Una criatura pavorosa, sin duda, pero coherente con la filosofía de Kokor Hekkus. Preparó un resumen de las características de la fortaleza y lo remitió al SCTU. Doce minutos después recibió un informe en que se le comunicaba que ninguna criatura como la descrita había sido localizada en las referencias habituales, bestiarios, monografías o reportajes de expediciones. Muchos mundos poseían criaturas hasta cierto puntos similares, lo que era del dominio público. El planeta Idora, Sadal Suud XI, contaba con una serpiente de mar segmentada de nueve metros de longitud; en la Tierra existían varias especies en miniatura; las Tierras Altas de Krokinole albergaban al dañino corretejados. El informe también citaba una curiosa y apropiada referencia de un antiguo volumen de cuentos infantiles. Leyendas del Viejo Thamber. Gersen pasó rápidamente la página. El fragmento decía:


"Corre y se desliza, serpentea y culebrea, camina y avanza: ¡ya baja de la
montaña sobre sus treinta y seis garras flexibles! ¡Espantoso y horrendo es el
paso tranquilo de la criatura, que mide la longitud de doce cadáveres!"

Gersen cerró lentamente el informe. ¡Thamber! Otra referencia al mítico mundo. Xavar Mankinello, el especialista en colores, entró con unas muestras de esmaltes según las indicaciones de Kokor Hekkus. Gersen, mucho más impaciente que de costumbre, las alineó junto a los bocetos de la fortaleza. Había una diferencia evidente. Mankinello se inclinó, preocupado, sobre la mesa de trabajo.
-No hay el menor error. Tomé todas las precauciones necesarias.
-Partiendo de esta base, ¿de qué color debería ser la luz que le daría a estas muestras el mismo color del boceto?
-Las muestras son de un tono más pálido que el boceto -reflexionó Mankinello-. Vayamos al laboratorio.
Una vez allí, Mankinello colocó las muestras bajo un generador de color.
-Imagino que le interesa una incandescencia normal.
-Luz estelar normal. Supongo que viene a ser lo mismo.
-Hay alguna diferencia, debido a las atmósferas estelares, pero puedo preparar sin dificultades una progresión estelar. Empecemos con cuatro mil grados. -Giró una rueda, tocó un interruptor y utilizó un comparador-. Falta poco. -Volvió a tirar la rueda-. Ahí está: cuatro mil trescientos cincuenta grados. -Observó por una mirilla-. Véalo usted mismo.
Gersen miró por la abertura. El color de las muestras era idéntico al del boceto.
-Temperatura del color cuatro mil trescientos cincuenta grados. ¿Clase K?
-Se lo diré con exactitud. -Mankinello consultó una relación-. Glase G Ocho.

Jack Vance "La máquina de matar"