sábado, mayo 14, 2005

Del prefacio a Una concisa historia del Oikumene, de Albert B. Hall:

"La evolución humana... nunca ha avanzado de una manera escalonada, sino en impulsos cíclicos que, desde la perspectiva histórica, parecen casi convulsivos. Las tribus se mezclan y se funden para crear una raza, luego llega un tiempo de separación, migración, aislamiento y diferenciación en nuevas tribus.
Durante más de mil años, este proceso ha sido el predominante, a medida que la raza humana ha profundizado en la conquista del espacio. El aislamiento, las condiciones especiales y la endogamia han dado lugar a docenas de nuevos subtipos raciales. Pero ahora el estancamiento se ha apoderado del Oikumene y parece que el péndulo está a punto de volver atrás.
¡Pero sólo en el Oikumene! La gente sigue abriendo fronteras, siempre hacia adelante. Nunca ha sido más fácil aislarse, nunca la libertad personal ha resultado tan barata.
¿Cuáles son las posibilidades? Cualquier opinión es buena. El Oikumene puede verse forzado a expandirse. Otros Oikumenes pueden llegar a existir. Es concebible que los hombres se tropiecen con otra raza, ya que hay abundantes evidencias de que otros pueblos han viajado por el espacio antes que nosotros; cómo y por qué han desaparecido, nadie lo sabe."

Jack Vance "La máquina de matar"