jueves, marzo 02, 2006

Se acomodó ante la telepantalla, apretó unos botones y pronunció la palabra que la ponía en funcionamiento. Apareció la presentación: una sola y frágil lavándula. Navarth miró a Gersen.
-Está accesible; cuando se halla ausente el fondo es azul.
Esperaron. De la telepantalla surgió el fragmento de una tierna melodía, y después de escasos segundos una voz:
-Ah, Navarth, viejo camarada. ¿Has traído un amigo?
-Sí, se trata de un asunto urgente. Éste es el señor Henry Lucas, que represent a la revista Cosmópolis.
-¡De honorable tradición! ¿No nos hemos visto antes? Me recuerda enormemente a otra persona.
-Estuve hace poco en Sarkovy. Según creo recordar, su nombre sonaba con insistencia.
-Un planeta nauseabundo, Sarkovy. De todas maneras, posee una especie de belleza macabra.
-He tenido ciertas desavenencias con el señor Lucas -dijo Navarth-, y deseo especificar que declino toda responsabilidad por sus actos.
-Mi querido Navarth, me alarmas. Seguro que el señor Lucas es un hombre educado.
-Ya lo verá.
-Tal como Navarth mencionó, trabajo para Cosmópolis. De hecho, soy uno de sus altos cargos. Uno de nuestros escritores preparó un artículo más bien sensacionalista. Sospecho que el periodista estaba muy entusiasmado, tal como Navarth me confirmó posteriormente. Parece que el escritor abordó a Navarth en tono exaltado y, a partir de una palabra pronunciada en forma casual, se lanzó a una prolija investigación y escribió el artículo.
-Ah, sí, el artículo. ¿Lo lleva encima?
-Está incluido aquí -Gersen desplegó la copia falsa-. Insistí en verificar los hechos, aparentemente correctos, Navarth cree que nuestro escritor se tomó las más extremadas libertades. Considera que, para una mayor fidelidad, usted debería examinar el artículo y rubricar su veracidad antes de publicarlo.
-¡Bien pensado, Navarth! Bien, déjeme examinar esa alarmante efusión; estoy seguro de que no puede ser tan horrible.
Gersen deslizó la revista en la rejilla de transcripción. Viole Falushe leyó. De vez en cuando emitía sonidos involuntarios: silbidos entre dientes, carraspeos.
-Gire la página, por favor. -Su voz era tenue y suave. En seguida dijo-: Ya he terminado. -Hubo un momento de silencio, y luego habló de nuevo, esta vez con cierto tono metálico-. Navarth, has sido singularmente imprudente, incluso para un poeta exaltado.
-Bah -musitó Navarth-. ¿No he dejado bien claro mi papel en este asunto?
-No del todo. Hay párrafos exagerados y distorsionados que sólo pueden ser producto de la mente febril de un poeta loco. Has sido indiscreto.
-La sinceridad nunca es indiscreta -respondió con valentía Navarth-. La verdad, o sea, el reflejo de la vida, es bella.
-La belleza depende del ojo con el que se la mire -indicó Viole Falushe-. Encuentro poca belleza en este insultante artículo. El señor Lucas ha sido muy inteligente al pedir mi opinión. El artículo no puede ser publicado.

Jack Vance "Los Príncipes Demonio: El Palacio del Amor"