martes, febrero 21, 2006

Artículo de Cosmópolis: "VIOLE FALUSHE. PARTE I: EL MUCHACHO", por Navarth:

"Viole Falushe es tan famoso por su Palacio del Amor como por la fantástica
magnitud de sus crímenes. Viole Falushe, el Príncipe Demonio. ¿Quién es, qué es?
Yo, de entre todos los seres vivos, soy tal vez el más indicado para juzgar sus
motivos y analizar sus actos. Poco sé del hombre en el que se ha convertido. No
le reconocería si se cruzara conmigo por la calle. Pero os diré esto: partiendo
de mi conocimiento de Viole Falushe cuando era joven, creo que el concepto
popular de Viole Falushe (o sea, un hombre elegante, alegre y romántico) no se
sostiene. La idea es, de hecho, sorprendentemente ridícula."
"Cuando conocí a
Viole Falushe tenía catorce años. Su nombre era Vogel Filschner. Si el hombre se
parece al muchacho, sus celebradas hazañas amorosas sólo pueden haberse
producido mediante la violencia o las drogas. Como sabe todo el mundo, estoy muy
orgulloso de mi reputación de hombre sincero, y por ello me entrevisté con todas
las mujeres que conocieron en su juventud a Viole Falushe. Omitiré los nombres
por razones obvias. Comentarios elocuentes:
-Un chico obsesionado por toda
clase de obscenidades.
-Vogel era muy repelente, a pesar de que había chicos
en la clase mucho más feos que él. Le conocí durante cuatro años y nunca
aprendió a sobrellevar sus penas.
-Nunca pude soportar la cercanía de Vogel.
Olía mal, como si nunca se cambiara de ropa interior o de calcetines. Estoy
segura de que nunca se lavaba las manos y de que, muy posiblemente, jamás se
bañaba.
-¡Vogel Filschner! Supongo que no toda la culpa era suya. Debió de
influir su madre en el comportamiento del chico. Tenía costumbres desagradables,
tales como hurgarse la nariz y hacer burillas, hacer ruidos extraños con la
garganta y, sobre todo, oler mal.
"He reproducido algunas opiniones
representativas; de hecho, las más caritativas. Antes que nada soy un hombre
juicioso y objetivo, de modo que no he querido presentar las anécdotas más
extravagantes.
"Déjenme que les describa a Vogel Filschner como le conocí.
Era alto, de piernas largas y delgadas y un estómago demasiado abultado, como
una araña. Para completar esta impresión añadiré que tenía las mejillas
redondeadas y una enorme nariz rosada. En su favor debo decir que admiraba mi
poesía, aunque ya pensaba entonces que Vogel Filschner desfiguraba mis teorías
hasta hacerlas irreconocibles. Yo predicaba el engrandecimiento de la
existencia; Vogel quería que aprobara su crueldad sin límites.
"La primera
vez que Vogel Filschner se acercó a mí fue en ocasión de mi celebrado
contratiempo con lady Amelie Pallemont-Dalhouse, relacionado con mi patrocinio
de su hija Earline que, por cierto, constituye por sí solo un episodio notable.
En cualquier caso, Vogel apareció una mañana con unos versos insufribles que
había escrito. Daba la impresión de que había perdido el juicio a causa del amor
que sentía por una muchacha; no hará falta especificar que la doncella estaba
lejos de suspirar por sus cumplidos..."

El artículo continúa durante varias páginas.

Jack Vance "El palacio del amor"