sábado, septiembre 18, 2004

Todo esto son especulaciones, por supuesto, y lo que sigue después en su historia lo es igualmente, aun con una base teórica más débil. Pero imaginemos ahora que cualquier raza capacitada estuviese en condiciones de viajar por el espacio y visitar la Tierra. Pudo haber sido el pueblo que dejó en ruinas en los planetas del sistema de la estrella Fomalhaut, o los hexadeltas, o quien fuese el que talló el monumento Cliff en Xi, de Pupis Diez.
Suponemos que tal pueblo, viajero del espacio, llegó a la Tierra hace cien mil años. Supongamos que pudieron capturar a los elementos de alguna tribu de hombres Neanderthal del musteriense y por alguna razón les llevaron a Ghnarumen, mundo de los proto Reyes Estelares. Allí se produce una situación de desafío entre ambas partes. Los hombres son más peligrosos entonces, con mucho, frente a los Reyes Estelares, que sus recién derrotados enemigos. Los hombres son inteligentes, pacientes, hábiles con sus manos, rudos y agresivos. Bajo la presión del entorno circundante, los hombres evolucionan hacia un tipo diferente: se vuelven más ágiles, más rápidos de cuerpo y mente que sus predecesores de Neanderthal.

Jack Vance "El rey estelar"