domingo, agosto 08, 2004

Rudle Detteras, Director de Exploración, daba la impresión de sentirse un hombre completamente satisfecho consigo mismo, con su trabajo y con el mundo entero. Cuando Gersen entró en su oficina, Detteras levantó la mano para saludarle. Era un gran tipo, sorprendentemente feo para su época, en que una nariz deforme o ganchuda o una boca demasiado grande se arreglaba en cuestión de horas. Se comprendía que no tuviese la menor intención de disimular su fealdad, en realidad parecía como si su piel teñida de verde azulado acentuase expresamente la rudeza y tosquedad de sus facciones. Su cabeza tenía la forma de una calabaza, y la barbilla se apoyaba en su amplio pecho, al parecer sin necesidad alguna de cuello. El espeso cabello aparecía teñido del color del musgo mojado. Desde la rodilla al hombro, todo su cuerpo parecía tener la misma dimensión, con un torso macizo y enorme.
Vestía el uniforme casi militar de la Orden de los Arcángeles; botas negras, calzones amplios de color escarlata y una espléndida blusa estriada de verde, azul y escarlata, con hombreras doradas y unas placas en el pecho trabajadas con verdadera filigrana. Rundle Detteras tenía la suficiente presencia para llevar su uniforme y su singular fisonomía; un hombre que sin su aplomo y apariencia extraordinaria hubiese parecido un excéntrico.
(...)
Gersen se preguntó a sí mismo: ¿Quién podría ser? ¿Warweave? ¿Kelle? ¿Detteras? Uno de aquellos tres personajes albergaba el alma feroz de Attel Malagate. Pero ¿cuál? Gersen se había inclinado hacia Warweave y ahora se encontraba de nuevo dudoso y confundido. Detteras tenía una fuerza innegable, una energía íntima terrible y casi palpable.

Jack Vance "El rey estelar"