lunes, marzo 21, 2005

Gersen se hospedaba en uno de los pisos más altos del hotel Credenze. Al día siguiente de su entrevist con Dolver Cound, se levantó antes de que Rígel iluminara las colinas Catiline, se tiñó la piel de un discreto tono oscuro a la última moda, se vistió con ropas de color verde oscuro y dejó el hotel por una de las puertas de servicio. Entró en el metro, tomó las precauciones necesarias para no ser atacado ni seguido y se dirigió a la estación de Cort Tower. Subió en ascensor hasta el vestíbulo y allí tomó una pequeña cápsula individual. Cuando la puerta se cerró, una voz preguntó su nombre y su destino. Gersen proporcionó la información y añadió su código de la PCI. Sin más preguntas, la cabina le condujo treinta pisos más arriba y le depositó en el despacho de Ben Zaum. Era una suite de dos habitaciones situada junto a la pared transparente de la torre que daba al oeste, y desde la que se veía una espléndida panorámica de la ciudad y parte de la costa hasta Remo. Otra de las paredes albergaba una serie de paneles con toda clase de trofeos, objetos extraños, armas y globos terráqueos. A juzgar por su despacho, Zaum ocupaba un puesto importante en la jerarquía de la PCI, aunque Gersen ignoraba su ubicación exacta: El título "Comandante, División Umbría" podía significar mucho o nada.
Zaum acogió a Gersen con cautelosa cordialidad.
-Viene a buscar trabajo, si no me equivoco. ¿En qué gasta su dinero? ¿Mujeres? Hace apenas un mes la pagamos quince mil UCL...
-No necesito dinero. Para ser sincero, quiero información.
-¿Gratis? ¿O nos la quiere encargar?
-¿Cuánto vale la información sobre Kokor Hekkus?
Los ojos azules de Zaum se estrecharon de manera imperceptible.
-¿Para usted o para nosotros?
-Para ambos.
-Siempre está en la lista negra... -reflexionó Zaum-. Oficialmente no sabemos si está vivo o mueto, a menos que alguien nos contrate para averiguarlo.
Gersen agradeció las evasivas con una sonrisa educada.
-Ayer supe el origen de su nombre.
-Ya conozco la historia -asintió Zaum con brusquedad-. Más bien horripilante. Por cierto, para evitar que se aburra -abrió el cajón de su escritorio-, los comadrejas engañaron a un tipo en la Estaca y le enviaron a Kokor Hekkus. Fue devuelto en unas condiciones que no me atrevo a describir. Kokor Hekkus añadió un mensaje -Zaum leyó una hoja de papel-: "Un comadreja perpetró un acto imperdonable en Skouse. La criatura que tienen ustedes es afortunada en comparación con el comadreja de Skouse. Si es un hombre amargado, déjenle venir a Más Allá y anunciar su presencia. Juro que los veinte próximos comadrejas que capture serán puestos en libertad al instante".

Jack Vance "La máquina de matar"