martes, septiembre 28, 2004

La aurora se estendió por Avente. Rígel expandía su brillante luz matutina desde las colinas Catilina a través de un gran banco de nubes. Gersen puso el despertador y tomó un par de píldoras soporíferas, para descansar un par de horas y se metió en la cama.
Se levantó deprimido y más desmoralizado que antes. El tiempo había pasado y nadie tendría noticias de la pobre Pallis. Ordenó que le subieran café y no quiso comer nada. Se acercaba la hora de la cita con Detteras, Warweave y Kelle.

Jack Vance "El rey estelar"