miércoles, abril 07, 2004

Como ya se habrán dado cuenta, soy maestro de primaria. De alguna manera, el oficio es algo que te define. Desde hace tiempo he pensado que la vida es una serie de caminos que se bifurcan, como diría Borges. Al principio no hay mucho para dónde hacerse: te mandan a la escuela, a la secundaria, etc. Cuando llega el momento de elegir es como si te entraras a un gran salón donde hay muchas puertas, y de tantas que son, no hayas cual abrir. A veces creemos que conocemos el interior por pláticas de terceras personas, o por un familiar. Pero no es así.
Al fín eliges una puerta. La abres.
Pero, al abrirla, te cerraste todas las demás puertas.
Más adelante, otra vez se presenta la disyuntiva. Que si trabajas aquí, que si trabajas allá, ¿me quedaré aquí? ¿qué alternativas tengo? Y seguimos haciendo elecciones. Al paso del tiempo te preguntas si seguiste el mejor camino, si alguna de esas puertas que dejaste cerradas tendría un resultado más feliz.