martes, marzo 16, 2004

Descripción. Ejercicio

Mexicali: el Centro Cívico

Me encuentro en la ciudad de Mexicali, en un área denominada centro cívico, en la plaza de los tres poderes. Inmediata, a mi izquierda, se levanta la estatua de los pioneros... ¿Qué cómo es? Un campesino pobremente vestido utiliza su mano izquierda a manera de visera, contempla lo que algún día fue el desértico valle de Mexicali: No hay casas, gente, árboles, sólo uno que otro cactus y el cachanillal verdiazul; un terregal lo sostiene, lo rodea y flota en el aire. Una esperanza: el cercano río colorado... ¿Será la tierra prometida? Su mano derecha jala por las riendas a un asno, animal de carga, lleva sobre sus lomos la más preciada posesión del campesino: su familia, constituida por una mujer que arropa en su rebozo a un niño, sin desprender del mismo la mirada. Monumento a personas desconocidas por la memoria del historiador, pero quizás familiares por sus propósitos. Ellos no lo vieron, pero el otrora desierto es hoy una ciudad populosa que ha reconocido su esfuerzo.
Frente a mí, la amplia plaza, algunos pequeños jardines sombreados por fresnos. Tras ellos, yérguese el palacio ejecutivo, moderno edificio de cinco pisos, cubierto por placas formadas de centenares de pequeñas piedras rojizas. Sus ventanas oscuras parecen mirarlo todo de soslayo, cual rendijas. A la izquierda de este edificio se encuentra el palacio legislativo, diferente por sus columnas y, aunque su altura es idéntica a la del anterior, no lo es así su extensión, su anchura. Entre ambos palacios se ubica otro monumento, de corte modernista; cuatro largas columnas parten de un mismo tronco y en lo alto se unen a diferentes lapsos, sosteniendo una barra que en su parte superior tiene una esfera dorada. Tras ese monumento, en el fondo, se alcanza a ver el palacio judicial, copia más pequeña del ejecutivo, sin patio interior, balcón ni campana, pero más amplio que el del poder legislativo.

Rhein

Santa Ana, Sonora, 10 de julio de 1986.